¿Cuantas veces por el camino nos encontramos, mas que con lo querido, con lo condicional?
Algunas veces lo que queremos simplemente pasa, cae del cielo, crece de la tierra... a veces pasa. Pero afortunadamente estamos obligados hacer para que las cosas pasen y ahi es cuando entra decidir, imaginar, suponer, formular cuentos mentales para tratar de saber que hacer. Desde
eleccion hacia afuera y elegir, como todos sabemos, es mirar hacia adentro.
eleccion hacia afuera y elegir, como todos sabemos, es mirar hacia adentro.
"Hacia adentro" creo que dije, como si adentro fuese el agua cristalina del arrollo o la blanca cal que es bella porque come mas de lo que dice.
"Adentro" es un cofre repleto de cosas, gemas, diamantes, arañas, pasillos oscuros, como la casa de Asterion, pero con miles de criaturas en cada esquina con las que hay que pelear con cualquier cosa que tengamos a mano, porque no siempre tenemos una espada o una lanza para defendernos, a veces ni tenemos un escudo.
Naturalmente va a ser una pelea dura y dramática pero el desenlace de la pelea y la película (y vaya giro argumental) es que en realidad estuvimos peleando con diferentes caras de nosotros mismos, matar una pulsion es matar un cachito de nosotros que revive en la secuela, en la siguiente elección.
Puede ser al elegir un camino de vida, al comprar un sillón o invitar a tomar una birra a esa persona que hace 40 meses que no te animas a preguntarle como anda. Todo el tiempo dandonos espadazos con minotauros o arañas pollito e hasta que decidir ente taza o jarrito sea una lucha a muerte.
El punto es que tampoco podemos cargar al destino o azar con el peso de nuestras todas vidas, pedirle al que tiene las cartas y las reparte que también te juegue la mano es, ademas de injusto, mala educación. Faltarle el respeto al crupier nunca define al buen jugador.
Mas alla de quien reparte las cartas, generalmente te las tira en la cara y posiblemente pasemos toda la vida juntandolas, pero como todos somos jugadores, siempre nos carteamos algo. Todos tenemos dos o tres cartas bajo la manga para el momento que parece meritorio utilizarlas (Pienso como ejemplo el maniaco arrepentido y el saludable tramposo, sobre todo porque me gustan los arquetipos y el cine noir)
El punto es que tampoco podemos cargar al destino o azar con el peso de nuestras todas vidas, pedirle al que tiene las cartas y las reparte que también te juegue la mano es, ademas de injusto, mala educación. Faltarle el respeto al crupier nunca define al buen jugador.
Mas alla de quien reparte las cartas, generalmente te las tira en la cara y posiblemente pasemos toda la vida juntandolas, pero como todos somos jugadores, siempre nos carteamos algo. Todos tenemos dos o tres cartas bajo la manga para el momento que parece meritorio utilizarlas (Pienso como ejemplo el maniaco arrepentido y el saludable tramposo, sobre todo porque me gustan los arquetipos y el cine noir)
A veces sale mal y a veces sale bien, y todo es parte del juego, tampoco hay que salir a tirarse de un puente por no jugar una carta y menos considerar que cada mano es la victoria en la partida.
Y en el momento que matamos a los mounstros, tomamos la desicion, nos carteamos y hacemos la jugada, solo queda disfrutar el juego y sacarle lo mejor, que ese sea el juego
En esta vida, todo puede pasar... "puede" pasar, no "va" a pasar. Generalmente de toda eleccion hay
una accion y contraaccion, algo bueno y algo malo, alegria y resaca. Aceptar una cosa es negar otra. Llevarse a la minita tambien es rechazar el fogon guitarrero, Salir de viaje es perder tu lugar.
Solo en una eleccion es inevitablemente perder algo, pero tambien recibir algo y ahi empieza a funcionar el motor, el unico enemigo es la inmovidad.
Porque aunque en el camino hay cartas repetidas, todas te llevan a algo y nunca dejan de caer.
La casa de asterion y el Crupier
